Amantes

Vivencias.

martes, 19 de abril de 2011

¿Te vas a convertir en hombre lobo?

No puedo evitar despreciarte cuando me ignoras, y sé que lo haces aposta. Te pido regaliz por inercia, aunque tan solo sea por joderte un rato. Gracias por dejarme el final Mmm que rico. Quiero volver a rebozarme contigo por el suelo todas las tardes. Quiero que me hagas reir, que me mates a cosquillas. Que nos vuelvan a atar los cordones de los zapatos para cojear del mismo pie, que me tires por las rampas del skatepark. Correr como  una loca detrás de ti y sin rumbo fijo, mordernos hasta dejarnos marcas en la piel, susurrarnos al oído, odiarnos, comernos con la mirada pero sin olvidarnos de controlar nuestras ganas. Quiero siete achuchones al día y un mordisco cada mañana. A partir de ahora te acordarás de mi cada madrugada. Llevar tu olor a rastras todo el maldito día, tumbarme encima tuyo, sentir tu pierna apretando fuertemente la mia. No recuerdo nada mas placentero que sentir tu chupetón en mi cuello. Verte tumbado en el sofá y romper tu armonía tirandome encima. Cógeme en volandas y llévame a la luna que me apetece gritarte desde ahí arriba los buenos días.

Agarrarte y no soltarte hasta que me acompañes a casa, no fue fácil convencerte, pero los pucheritos vinieron de muerte. Volver a tener ''frío''. Darte la brasa con la puñetera pulsera, me gusta llevarte encima. Y mantener conversaciones con doble sentido, buscando entre tu montón de palabras algo que me satisfazca. "La luna llena es solo una excusa para cometer locuras" te quedaste mudo, mirándome atónito, y sé que esto no lo vas a olvidar y que la próxima vez que nos besemos, menuda locura será bajo la luna llena. Y tú por no mostrar tu ilusión de donjuan ante tal insinuación no tienes nada mejor que añadir "¿Te vas a convertir ahora en loba o qué?". Me gusta insultarte y recordarte al menos una vez al día que eres lo peor. Pretendo intimidarte con la mirada burlona, pero no sé que he hecho para que me abraces. Me despeinas constantemente pero no dejas de repetirme que estoy guapa, muy guapa. Me muerdes la nuez y me susurras lo mucho que te gusta. Para que veas que no me he olvidado y que no tengo nada mejor para ocultar mi deseo por morderte a ti entero, te pregunto si ahora te vas a convertir en hombre lobo. Y entre risas y risas, me pierdo entre tu sonrisa cachonda. Llegamos al número siete, fin del trayecto. Me achuchas de nuevo, me lameteas entera, me limpio tus babas y pretendo hacerme la indignada.

No puedo ver como te vas y te persigo calle abajo. Quiero mi pulsera y a ti con ella. Inesperadamente nos encontramos de nuevo en la esquina bastante exaltados. Me acurruco en tu pecho para acompasar los latidos de nuestros corazones, no se te ocurre nada mejor que insinuar que te pasarías la noche abrazado a mi, eso ha sido un golpe bajo no sabes lo que me va a costar dejarte ir. Como de costumbre me abrazas fuertemente contra ti, y me dejas caer sin dejar que toque el suelo, cuando mi espalda esta lo suficientemente arqueada y dolorida como para suplicarte cien veces que no me dejes caer más, es entonces cuando decides acortar aún mas las distancias, entre mil sollozos y suspiros sufrimos un deja vu. Nos hemos perdido el uno en el otro y nos gustó la sensación. Para romper con el romanticismo de la escena y darle el toque sicalíptico tan característico de nuestros recuerdos decides agarrarme del culo hasta incorporarme tú siempre tan sobón. Me muerdes cien veces más, te aseguras que mi cuerpo esté bañado por tu saliva y te vas.

"Esta noche cuando toques piensa en mi, yo pienso en ti cuando me toco".

2 comentarios: